Los coches eléctricos usados suelen estar en mejor estado que los vehículos tradicionales de combustión. Ello es debido a que tienen menos desgaste y por tanto menos mantenimiento. Si es verdad que el gran inconveniente de los vehículos eléctricos antiguos es el rendimiento de su batería y por consiguiente su menor autonomía. El sector no para de evolucionar y el efecto desgaste que tienen las baterías hace que los fabricantes tengan que garantizar las baterías por 8 años y 150-160.000 km siempre y con una pérdida de capacidad de hasta el 70 por ciento.
El tipo de cargas realizadas influye en la vida de una batería. También la temperatura de funcionamiento habitual de las baterías, tipo de conducción que hagamos normalmente, climatología ambiente en el lugar habitual, etc….
Este 30 por ciento de batería que se pierde, debes tenerlo en cuenta a la hora de interesarte en un coche eléctrico de ocasión, confirmando que el coche eléctrico elegido cubra tus necesidades mínimas de autonomía y movilidad. También debes tener en cuenta que los coches eléctricos de segundamano utilizan baterías más justas con capacidades a nivel de kWh menores que las actuales. Un ejemplo claro es el primer Nissan Leaf eléctrico de hace 10 años que tenía una batería de 24 kWh y una autonomía de 150 optimistas kilómetros.
La evolución de las baterías para coches es continua y quienes apuesten por un coche eléctrico usado necesitarán cargarlo con mayor frecuencia. Una confirmación positiva podría ser solicitar un informe sobre el estado de la batería del vehículo eléctrico antes de cerrar la compra evitando de esta forma sorpresas.
Necesitarás un punto de carga para coche eléctrico, pero a la larga saldrás ganando por comodidad y precio de cada recarga, ya que como hemos dicho anteriormente en un vehículo eléctrico de ocasión se necesitan un mayor número de recargas. Las cargas en infraestructuras públicas, siempre son más caras y nada te libra de encontrar dichos puntos de recarga ocupados.
Especial atención hay que destinar a los frenos y su funcionamiento ya que aunque las frenadas regenerativas de los coches eléctricos hacen que los frenos convencionales se utilicen menos, te puedes encontrar con elementos oxidados.
Otro punto son las actualizaciones de software, que ahora se hacen de forma online y antes se realizaban vía servicio postventa en el concesionario, con lo que si el vehículo no ha ido a un servicio oficial no las tendrá incorporadas en el historial del vehículo eléctrico. Sería por tanto uy tranquilizador que el coche eléctrico haya realizado su mantenimiento en un servicio oficial.
Y como ocurre con cualquier vehículo del tipo y clase que sea, si conoces algún taller de confianza que lo pueda inspeccionar a nivel estado de la carrocería y de los elementos mecánicos eléctricos, mejor para reforzar y garantizar la experiencia de tu compra.