Su actividad principal es la fabricación de motos eléctricas pero apuntando también al automóvil eléctrico.

Este fabricante se consolida como líder en ventas en Europa en un mercado que aunque con una cuota de mercado del 7% del total de vehículos de motos eléctricas, pero con un crecimiento de increíble ascenso. El futuro es prometedor para el fabricante de motos eléctricas catalán que recibe un importante impulso con la compra de la compañía por parte de Acciona lo que augura un ambicioso plan de expansión.

moto eléctrica silence

Su actual factoría, de alrededor de 6.000 metros cuadrados, se mueve hacia un espacio de 60.000 ubicado en la Zona Franca de Barcelona.

Multiplicaremos por diez con una fábrica 4.0 para producir más unidades y con más autonomía, no solo para circular por ciudad”, avanza Juan Carlos Pablo, director de Producción de Silence. “Será la fábrica más grande de motos en Europa”.

La movilidad ligera eléctrica ya es competitiva tanto en adquisición como en mantenimiento frente a la tradicional de combustión”, declara el máximo responsable de operaciones. “Producimos un producto maduro y fiable”, asegura, avalado por los guarismos de las motos de primeras generaciones de Silence que siguen circulando por las calles con alrededor de 100.000 kilómetros, más del doble de la vida de una scooter similar.

factoría motos eléctricas silence

Silence fue la primera empresa en apostar por una batería extraíble que ahora es su sello. Se fabrican unas 120 unidades y se producen unas 70 baterías extraíbles y enchufables por turno, siendo su capacidad es del doble. La autonomía de estos scooters eléctricos es de 133 kilómetros (100 reales) y el tiempo estimado de carga son cinco horas.

La moto eléctrica Silence se vende sin la batería extraíble y se paga una suscripción mensual que incluye dos cargas. Estamos ante el presente de las motos eléctricas. De esta forma,  al precio del modelo adquirido, hay que añadirle 15 euros de cuota mensual, que incluyen dos cargas con una autonomía de unos 200 kilómetros de autonomía y cinco euros por cada carga adicional. Así el usuario compra la motocicleta eléctrica, y luego paga por el uso que hace de ella.

La batería de esta marca de motos eléctricas, es de rápida extracción lo que facilita su transporte para realizar una carga o llevarla hasta una ‘Battery station’ que son espacios dónde se realiza el intercambio de baterías de scooters eléctricos Silence y se reemplaza una por otra reduciendo al máximo tiempo de recarga.

La compañía abrirá nuevos de estos espacios que ya se encuentran operativos en Barcelona, en esta propia capital catalana y en Madrid dónde esta operación de intercambio dura apenas 30 segundos.

scooters eléctricos silence

Los próximos años serán críticos para la explosión definitiva de la movilidad eléctrica. “Falta que las baterías evolucionen para lograr una mayor autonomía y que crezca el parque de electrolineras”, apunta el directivo de Silence.